domingo, 3 de abril de 2011

VERTE

Por un momento pensé que podría encontrarte
que estarías, como siempre, en el preciso instante
sentado en la ventana, dispuesto a esperarme,
contrariando una promesa que hiciste al encontrarme.

Sentí que estabas cerca, rondando por las aulas,
rocé con la persona que tu perfume usaba,
presencia que veía pero no alcanzaba
para llenar la figura que invade mi alma.

Corrí para encontrarte pero allí no estabas,
esperé un instante, pero no llegabas.
Volví sobre mis pasos, desoladas ya las aulas,
serené el pensamiento, quizás te vea mañana.

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