domingo, 24 de abril de 2011

NI SIQUIERA IMAGINAS

Tú ni siquiera imaginas
cuánto en tan poco he cambiado,
cambié por dentro y por fuera
y cuánto sigo cambiando.

Tanto que no me conozco
que hasta llega a darme miedo,
que no necesite tu hombro
y da igual si no te tengo.

He cambiado desde adentro
y eso llega a verse afuera,
el poder reír sin verte
y el sentirme libre, entera.

No es cambiar de un lazo a otro,
no es pertenecer como sea.
Es saber que es si yo quiero
el entrar o el estar fuera.

Es aprender a ser árbol
con los pies sobre la tierra,
la raíz se afirma en vano
si las hojas al viento vuelan.

Soy libre en lo más hondo,
soy feliz de otra manera.
Gracias por abrir mis ojos,
por librarme de mis cadenas.

TAL VEZ DEMASIADO

Te pedí un beso, una caricia, un abrazo,
te pedí ternura, ¿pedí demasiado?
Pedí dignidad, respeto y respaldo
pedí sólo eso, qué me diste a cambio.

Creí que se daba a cualquier ser amado
todo lo pedido de un modo espontáneo,
no rogándolo o hasta mendigando
lo que se da incluso a cualquier humano.

Te pedí un beso con amor sagrado
que surgiera sólo, no un beso robado.
qué sentido tiene atrapar tus labios
si pones distancia pronto con tus manos.

Pedí una caricia, tal vez un abrazo
me diste desdeño, desprecio y mal trato,
te suena increíble, es lo que me has dado.
Creí tu promesa pero fue en vano.

Te pedí un beso y quede esperando,
amor y caricias, lo mismo ha pasado,
creí tu palabra para darme llanto,
esperé y creí, pero todo fue en vano.