lunes, 18 de abril de 2011

DIÁLOGO

Cómo quieres que te alabe Señor
si mi corazón no abriga una esperanza.
No es que no quiera Señor,
pero ¿no haces nada al ver lo que me pasa?

Qué palabras quieres que te diga
si mi boca está cargada de dolor,
si la angustia me arrebata el pensamiento
y sangra de amargura el corazón.

Dónde quieres que te encuentre
si la vida es tan oscura
si no hay luz ya en mis ojos
y tu nombre sólo significa altura.

Por qué te empeñas en seguirme
y quieres conquistar mi corazón.
Mi dolor es mucho y me asusta,
nadie comprende lo que sufro yo.

No me cuentes la historia de tu Hijo,
la conozco, nada tiene que ver...
Perdón Señor, no soy digno,
nadie me enseñó el silencio,
sólo a preguntar por qué.

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