He hecho un canto de mi vida,
una oración de mi preocupación,
un sueño de mis alegrías,
con tu amor he construido una ilusión.
He cantado como quien pregona al mundo
lo más triste y lo mejor del corazón
y no importa si no hay quien lo comparta
porque canto al que escucha lo interior.
He orado con mis actos y mi mente
caminando por lo angosto del dolor
olvidando en mi misma el presente
cuando pienso en quien sin culpa sufrió.
He soñado demasiado y no es bueno,
y construido una ilusión sin armazón.
Todo es nada, los jóvenes no entienden
que la cruz es sostén del corazón.
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