Estaba sin brillo alguno,
agobiada y triste más
pero un destello tuyo
acertó a mi corazón llegar.
Y tu mismo te encargaste
de opacar ese disfraz
construído de ilusiones,
fantasía y el azar.
Si mi corazón quebrado
se ha vuelto a trizar
como miles de cristales
que no puedo ya juntar...
Pero no se cuándo ni dónde,
pero sé que en tiempo más
te daré todo mi brote
para podernos amar.
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