Las tardes que tuvimos tú y yo juntos
que no volveremos a tenerlas,
eran parte inevitable de mi mundo,
serán las que correrás a verla.
Los besos que sentimos envolvernos
que nunca negaré, aunque te sorprenda,
eran parte de este juego de querernos,
son los que ahora le regalas a ella.
Y aunque el mundo siga dando vueltas
y te pierda poco a poco cada día
si en un giro me buscas y me encuentras
no me quites ni besos, ni más días.
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