Quiero ser luz que aclare tus mañanas,
agua fresca al mediodía en tu labranza,
tu camino bordado de esperanza,
tibio lecho que a la noche te abraza.
Quiero que mi amor lo sientas puesto
como manto que encubre tus pisadas
que lo lleves donde vayas porque quiero
que otra mano, siquiera, roce tu alma.
Quiero, mi bien, cuidarte con recelo
sin ahogarte, sin recortar tus alas,
que la vida te lleve donde quieras,
que mi lumbre te siga donde vayas.
Si al final somos eso, pura esencia,
nuestras luces la energía de las almas
al concluir los días serán estrellas,
serán soles si cruzamos coordenadas.
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