martes, 30 de julio de 2013

NI DE DÍA, NI DE NOCHE


Ni de día, ni de noche
el sosiego me alcanza
cuándo acaba la jornada
que mi cuerpo demanda
para apaciguar estaciones
alcanzando la calma
en este cuerpo sometido
por los morbos de la casta.
Cuándo habrá albor
que me devuelva la calma
pues de día ni de noche
el reposo me saca
de este penoso linaje
que es mi bien y mi carga.



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