tu mirada me persigue donde marcho,
tu perfume se pego entre mis dedos,
tu presencia me acompaña a cada paso.
Se me ha quedado anclado el recuerdo
en el dulce, último beso regalado
en tus brazos que por mucho me tuvieron.
El corazón entre tus manos he dejado.
No lo robes mucho tiempo pues no vivo
si no tengo la caricia de tus labios
que susurran bello idioma en mi oído
esperando pasar juntos nuestros años.
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