Aunque no seamos cuerpos para compartir, podemos ser
cuerpos que se acompañen.
Aunque no se cómo será el más allá, la otra vida, si
tendremos cuerpo o sólo la etérea esencia de lo vivido y trasmutado, o tan sólo
lo que sobrevivió de nuestro paso
por ese mundo que nos arrebató la vida que deseamos, para
vivir la vida que sacrificamos.
Aunque no se cómo, será mejor, seguro. Viviremos allí lo
que no pudimos aquí o seremos desconocidos sin memoria, sin historia y sin
dolor que nos haga volver a transitar por este valle de lágrimas.
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