Dejaré la puerta entreabierta,
la lumbre encendida en la hoguera
no quiero que cierres los ojos
o que me confundas con cualquiera.
A ratos pondré la vista en tierra
para ver por el camino tu silueta,
tus manos y postura por la vida
a verte la codicia por la urgencia.
Subirás la escalera del deseo,
los peldaños de sentires olvidados
he ambientado la estancia con recelo
paso a paso, que vas llegando al cielo.
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