Ya he depuesto las armas
y soltado mi armadura de guerrera,
la voluntad aún sigue vigía
son años combatiendo en estas tierras.
Ya corté flores del camino
y vinieron a mi las mariposas,
ha dejado el luto mi ser
y mi piel ha cobrado otro aroma.
Ya visto de blanco cual ángel
guardándome la bestia en la memoria,
he domado al animal que vive en mi
echando a la suerte la gloria.
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