El primer beso no se olvida
y el tuyo, fue el primero en el alma.
Hay palabras que jamás se olvidan
esas fueron las tuyas cuando atrapaste
mi corazón triste de poeta con noticias viejas
y con tristeza nueva.
El primer novio no se olvida
y llenaste todos esos espacios vacios
por donde vagaba
sin buscarte
dudando de que existieras.
Ese que no me creía que pudiera
hacerme sentir lo que nadie
y sin siquiera tocarme…
el primero y único que me regalo su espacio
donde pude dejar mis huellas y mi perfume
el único que me invitó a compartir su vida
haciéndome partícipe, como parte importante en ella.
El único que me ha
hecho sentir el amor
por todo el cuerpo
estrenándome a otro mundo
haciendo algo vulgar un detalle especial.
El primero y el único
en discutir conmigo hasta el cansancio,
hasta que lo entienda,
hasta que por fin me quede devuelta,
hasta que nos amemos otra vez
con más locura y de mil maneras…
con la locura y la alegría del amor
que también tiene el deseo necesario
del contacto que nos duele por su falta.
El único que me hizo conocer
las mariposas en mi cuerpo,
que puso velas y aromó el cuarto
sólo para mi, sólo para tenerme
aunque sea un poquito más cerca,
más tangible, más real.
El primero en dejar aquí mi cuerpo,
para que nadie lo note
y robarse mi corazón y mi alma.
el primer amor de cada amor.... alguna vez alguien (y por alli lo he escrito) me dijo que solo deseaba que fuera su ultimo hombre.... no pudo ser, pero me quedo rondando la idea de que mas que el primer amor lo valioso es el ultimo amor (y si coincide con el primero ni hablar....)
ResponderEliminarCierto Seroma, el primer beso, la primer caricia, el primer desvelo, el primer... amor nos quedan grabados a fuego por ser sensaciones nuevas, primigenias, pero finalmente (y verdaderamente) nos quedamos con el último que toque en suerte, que a veces, suele ser el más duradero. Pero sólo a veces.
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