Cuando llegue mi hora no podré decir
que la vida escurriese sin demora
que deje pendientes momentos que vivir
porque me falten días, más horas.
Cuando llegue mi hora no diré
que no pude amar o ser amada
que quedaron palabras, no diré,
pues entre versos las dije, confesadas.
Cuando llegue mi hora, esa vez,
no me llores o creeré que mal me amabas
que te quedaron caricias sin ceder,
que quedaron besos y callaste palabras.
Cuando llegue mi hora cuéntame
que mis hijos tienen ya quien los abraza
que la casa vacía quedará
aunque en cada umbral veas mi cara.
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