sábado, 3 de marzo de 2012

MARIPOSAS EN EL AIRE

Dejaré volar las mariposas.
Es bello el entremezclar del arco iris a su paso, podría igualarse al aroma de un convite de frutas frescas en verano, pero con la liviandad tibia de la primavera.
O cuando se posan en las flores...
Sólo ahí puedes reconocer sus tonos vivaces, como en un enjuto vitreux, rebozado en polvo de estrellas...
Qué agraciadas y delicadas son.
¿Será por eso que hay gente que dice sentir mariposas en la panza cuando saben de buena tinta el amor?
¿Qué será eso? Me lo pregunté tantas veces.
Hasta que lo acaricié una vez, y así se sienten.
Esas mariposas que aprecié una vez revoloteando en mi vientre, se mudaron a mi cabeza y a veces el batir de su aleteo atormenta mi percepción.
Por eso dejaré volar las mariposas, para anestesiar mi mente.
Después de todo, es hermoso descubrir mariposas en el aire.

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