Y nos sumimos en el mudismo,
en no decirnos nada,
en cruzar breves saludos....
Y dejamos de contarnos cosas,
de reírnos juntos,
de mostrarnos nuestras vidas...
Y nos fuimos alejando,
nos entretuvimos con otras cosas,
nos fuimos soltando...
Y cada noche,
cuando acaba la algarabía,
cuando terminan las luces y las voces....
Cada noche,
siento el vacío
y en la soledad de mi cuerpo
y de mi cuarto,
te extraño.