No sé a ciencia cierta
que me espera en la otra vida,
y aunque no sé qué me espera,
si sé que quisiera.
Quisiera que me espere
un domingo por la tarde
andando de la mano
del que conmigo comparte.
Quisiera nuevas nueve lunas,
lunas de miel y alegría
lunas que siempre sean llenas
de paz, amor y armonía.
Quisiera unos ojos mirándome
profundo, mirándome dentro
adivinándome el alma
entendiéndome en silencio.
No sé qué habrá en la otra vida
no se ni quiero saberlo
que todavía vivo esta
pero con ansia la espero.